El Mes Nacional de la Herencia Hispana honra las culturas y contribuciones de los hispanos y latinos americanos al celebrar la rica herencia arraigada en todos los países latinoamericanos.
La siguiente es una historia personal de Rixy R., una experta bilingüe en bienestar financiero de GreenPath que ha estado con GreenPath durante más de 4 años.
Rixy se dedica a ayudar a aquellos a quienes prestamos servicio en su camino hacia la salud financiera y el bienestar. Comparte su experiencia como inmigrante para conectar con los clientes hispanos y con la comunidad en general, fomentando una mayor comprensión intercultural.
Nacida en Maracaibo, Venezuela
Nací en Maracaibo, Venezuela, y emigré a los Estados Unidos cuando tenía 5 años.
En 1995, mi familia era una de las pocas familias hispanas en la pequeña ciudad del medio oeste de Michigan, a la que nos mudamos, y ese fue uno de los primeros desafíos que enfrenté.
Me mudé a los Estados Unidos con mis dos hermanas mayores, y uno de mis cuñados tuvo la suerte de que le aprobaran una visa de trabajo, así es como llegamos aquí.
Ninguna de nosotras hablaba inglés cuando llegamos, y estoy segura de que fue una de las decisiones más difíciles que tomaron mis hermanas al dejar a nuestros padres y familia en Venezuela.
Dejamos todo atrás porque queríamos un mejor futuro y más oportunidades en los Estados Unidos.
Durante ese tiempo en Venezuela, el clima político era muy peligroso, con Chávez en el poder, y no era seguro criar una familia allí. Desde entonces, la vida de las personas es peor que antes, ya que la gente no puede comer, sentirse segura, ni cuidar de su familia.
Cuando era niña, tuve la bendición de que mis hermanas decidieran llevarme con ellas, sin embargo, también estaba lejos de mi madre, lo cual fue lo más doloroso para mí mientras crecía.
Una historia con muchos capítulos
Una de mis mayores razones para compartir mi historia es que creo que a veces las personas que no saben mucho sobre inmigración o tal vez pueden pensar que es un proceso simple.
No es fácil compartirlo, pero fui una inmigrante indocumentada durante toda mi infancia.
La palabra "ilegal" es muy fuerte para referirla a un ser humano, pero eso es lo que sentí durante muchos años. Desearía haberme dado cuenta antes de que la inmigración era un proceso y me hubiera visto a mí misma como indocumentada en lugar de ilegal.
Recuerdo que durante el jardín de infantes, a mitad de año, me enviaron de regreso a Venezuela.
El primer grado lo hice en Venezuela y, luego, la mitad del segundo grado la hice aquí. Durante ese tiempo solo pude permanecer en el estado durante 6 meses. Si mi familia decidía retenerme aquí más tiempo, me convertía en indocumentada.
Esto era algo que mi familia no podía ocultarme porque yo hacía muchas preguntas.
A medida que crecía, mi situación se volvía más aterradora porque se escuchaban historias de personas que eran deportadas. Estaba aterrorizada, vivir aquí, en los Estados Unidos, era todo lo que sabía.
También trabajé muy duro en la escuela secundaria para asegurarme de poder obtener becas y prepararme para el éxito.
Descubrí que sin tener mi residencia y estatus legal no iba a poder ir a la universidad. Estaba devastada porque toda mi vida eso era todo lo que quería hacer: obtener un título y mejorar mi futuro.
Sin embargo, no me iban a permitir ir a la universidad debido a mi estatus migratorio.
Tuvimos suerte de que nuestro abogado encontrara la manera y mi hermana finalmente pudo adoptarme.
Cuando cumplí 17 años, finalmente me convertí en residente legal. Ni siquiera puedo empezar a explicar cuántas noches de insomnio tuvimos todos, y sé que hay muchas familias hispanas que todavía enfrentan este problema hoy en día.
Una rica herencia
Si todos tienen la oportunidad, les sugiero que prueben uno de nuestros alimentos principales, que se llama Arepa. Es un pastel de maíz redondo y plano que se rellena con lo que uno quiera, similar a un sándwich.
Otra comida tradicional son las hallacas, que generalmente solo se sirven durante las fiestas. Son similares a un tamal, con diferentes ingredientes en su interior y cubiertos con una hoja de plátano.
Una de las comidas más tradicionales venezolanas se llama pabellón. Este plato se sirve con arroz blanco, frijoles negros, carne de res desmenuzada, plátanos y algunos huevos también. Otra tradición navideña que he aprendido, y que también se celebra en otros países, es la de poner 12 uvas en la copa de champán. Cuando llega el Año Nuevo, a la medianoche, todos brindamos con el champán y comemos las uvas. Cada uva representa un deseo diferente y esto es algo que todavía hago con mi esposa y amigos ahora.
Por lo general, Venezuela es conocida por el petróleo, por Miss Universo y porque la cascada más alta del mundo se encuentra dentro de nuestras fronteras: el hermoso Salto Ángel.
Nuestra música autóctona son las gaitas), que son más populares durante las fiestas. ¡Nos encanta bailar y divertirnos!
Todavía no he regresado allí, pero con la información de los sitios web y los recuerdos sobre Venezuela que mi familia me ha contado, hay muchos destinos de belleza natural. Hay hermosos parques nacionales y varios paisajes naturales para ver y disfrutar.
Al crecer, no tuve mucha familia aquí, pero estoy muy agradecida de que ahora muchos de mis primos, tías y, lo que es más importante, mi mamá se hayan mudado a Michigan.
Tradiciones familiares
Los venezolanos, al igual que muchas familias hispanas, valoran profundamente a la familia como lo más importante, y tomar decisiones de manera colectiva es fundamental para ellos.
Estoy muy orgullosa de ser venezolana y, aunque crecí en los Estados Unidos, mi familia se aseguró de enseñarme algunas tradiciones.
En nuestra familia, era una regla hablar siempre español en casa, y estoy muy agradecida porque ahora puedo hablar, escribir y leer en español.
Orgullosa de ser venezolana-estadounidense
Hoy, estoy orgullosa de ser venezolano-estadounidense y más que orgullosa de ser ciudadana de los Estados Unidos a partir de febrero de 2022.
¡También estoy orgullosa de trabajar en GreenPath, donde puedo ayudar a los clientes de habla hispana e inglesa a alcanzar la libertad financiera!
GreenPath me dio la oportunidad de compartir mi historia. Espero que otros lean esto y entiendan la compleja situación de la inmigración y cómo puede afectar a las familias hispanas como la mía.
