Mes de la Concientización sobre el Cáncer de Mama: estrategias para la resiliencia financiera

Octubre es ampliamente conocido como el Mes de la Concientización sobre el Cáncer de Mama, y aunque las personas que apoyan esta causa y las sobrevivientes a menudo se acercan y reflexionan durante este mes, la carga financiera que implica el diagnóstico de cáncer de mama no suele ser algo prioritario. Es por eso que en Pink Fund hemos acuñado el término Breast Cancer UnAwareness Month™ (Mes de la No Concientización sobre el Cáncer de Mama). Muchas sobrevivientes no saben que existe este tipo de ayuda financiera, y muchas de las personas que apoyan esta causa no conocen la necesidad de asistencia financiera no médica.

En esencia, Pink Fund brinda ayuda financiera, pero también se esfuerza por servir como un recurso para las sobrevivientes, en cualquier etapa de un diagnóstico.

Como sobreviviente de cáncer de mama, sé muy bien lo que es luchar contra las cargas financieras que implica el cáncer de mama y al mismo tiempo someterse a un tratamiento para combatir la enfermedad. Cuando me diagnosticaron cáncer de mama en etapa temprana en abril de 2005, era poco probable que la enfermedad me quitara la vida, pero sí me quitó el sustento. Estaba en un proceso de transición laboral, y el ya ajustado presupuesto de mi familia se vio inmediatamente desbordado por la adición de un pago mensual del seguro médico COBRA. Además, perdí mis ingresos.

En cuestión de meses, nos enfrentamos a la posibilidad de pérdidas financieras catastróficas, incluida la pérdida de nuestra casa. Al final del tratamiento, cuando la familia y los amigos dejaron de llevarnos la cena, me encontré en el sótano de la despensa de alimentos de una iglesia local para ayudar a alimentar a mi familia.

Rápidamente aprendí que esto no me pasaba solo a mí y que, en algunos casos, era mucho más grave. Sentada junto a otras mujeres en las salas de espera de tratamiento, algunas con la enfermedad mucho más avanzada que en mi caso y protocolos de tratamiento más largos y agresivos, escuchaba cómo hablaban de sus opciones. Desde vender sus casas hasta sacar a sus hijos de la universidad, pasando por liquidar los fondos de jubilación y pagar la multa correspondiente. La más atroz fue SUSPENDER EL TRATAMIENTO Y VOLVER AL TRABAJO, arriesgándose a enfrentarse a una posibilidad muy real de una mortalidad más temprana.

Literalmente, estaban eligiendo entre sus propias vidas y sus medios de subsistencia.

No solo el tiempo libre y los salarios perdidos influyen en esas decisiones. También hay que sumar el costo de la gasolina para ir y volver de las citas, las tarifas de estacionamiento, el dinero gastado en comidas para llevar y, a veces, el costo de pasar la noche en hoteles cercanos cuando los centros de tratamiento están lejos de casa.

Cuando los deducibles y copagos de la atención médica se suman a la pérdida de ingresos, los pacientes experimentan un efecto secundario conocido como toxicidad financiera.

Un estudio de pacientes de cáncer de mama menores de 40 años realizado en 2020 mostró que el 47% de las mujeres encuestadas estaban en declive financiero debido a su diagnóstico. El cuarenta y siete por ciento de las mujeres también tuvieron que ausentarse sin goce de sueldo para sus tratamientos.

Sé que este problema no es nada que podamos resolver realmente, pero hay pasos que las mujeres y las familias pueden seguir al recibir este diagnóstico para mitigar el impacto financiero.

• Revise su seguro de salud: analice en profundidad su póliza de seguro de salud. El primer paso es comprender a fondo la cobertura de su seguro médico. Asegúrese de saber qué tratamientos, medicamentos y servicios están cubiertos, así como cualquier gasto de bolsillo en el que pueda incurrir. Si ha tenido un cambio significativo en las circunstancias, puede ser elegible conforme a la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio para cambiar su seguro.
• Elabore un presupuesto: prepare un presupuesto detallado que incluya todos sus gastos mensuales, como el alquiler o la hipoteca, los servicios públicos, los comestibles y el transporte. Identifique las áreas en las que puede reducir gastos o encontrar alternativas más asequibles en caso de que experimente una pérdida de ingresos.
• Explore los programas de asistencia financiera de manera temprana: el trabajador social o el navegador financiero del lugar en el que está recibiendo tratamiento puede ayudar a identificar recursos y a solicitar apoyo.
• Administre los gastos médicos: mantenga registros detallados de todos los gastos médicos, incluidos los copagos, las recetas y los costos de viaje. Estos gastos pueden ser deducibles de impuestos. También preste mucha atención al detalle de beneficios, no todas las facturas médicas son correctas. No tenga miedo de hacer preguntas. A veces es tan simple como un nombre mal escrito. Por ejemplo, yo soy Molly MacDonald y a menudo mi nombre está mal escrito como McDonald, y literalmente podría haber otra Molly McDonald cuya factura estoy recibiendo. Verifique que su dirección sea correcta y revise sus facturas, línea por línea. Se estima que el 30% de las facturas médicas son incorrectas. Si está recibiendo tratamiento en un centro de salud con calificación federal, FQHC, sus deducibles y copagos pueden estar cubiertos. Dollar For, dollarfor.org, ayuda a los pacientes a solicitar atención caritativa a través de su programa de apoyo al paciente fácil de usar. Cada hospital administra su propio programa de atención caritativa y decide cómo los pacientes deben presentar la solicitud y quiénes califican. Los hospitales suelen tener en cuenta los ingresos del paciente, el número de personas en el hogar y la antigüedad de la factura a la hora de decidir quién reúne los requisitos.
• Comuníquese con los acreedores: si anticipa dificultades para pagar las facturas, comuníquese con sus acreedores. Es posible que puedan trabajar con usted en un plan de pago modificado o proporcionar un alivio temporal. Es posible que algunas agencias sean indulgentes.

En retrospectiva, es importante estar preparado desde el principio de su diagnóstico. Cuando le pedí a la trabajadora social del lugar en el que estaba recibiendo tratamiento que me ayudara a resolver mi problema de toxicidad financiera, aparte de una tarjeta de regalo de Kroger de $50, no estaba al tanto de ninguna opción para brindar asistencia financiera no médica.

Una de nuestras beneficiarias, Samantha, dijo que estaba tan conmocionada al recibir su diagnóstico que los aspectos financieros ni siquiera se le pasaron por la cabeza: "Tuve que ausentarme de mi trabajo de mucho tiempo y rápidamente agoté mi PTO. Una vez que comencé el tratamiento, mi pareja también tuvo que dejar de trabajar para ayudar a cuidarme a mí y a nuestros tres hijos, dejándonos sin ningún ingreso".

Las mujeres y sus familias no deben enfrentarse a decisiones imposibles, como pagar sus medicamentos o su hipoteca, o hacer el pago de un automóvil en lugar de pagar la quimioterapia.

No deberían tener que hacerlo, pero el hecho es que lo hacen, razón por la cual mi esposo Tom y yo comenzamos Pink Fund hace 17 años.

Pink Fund proporciona 90 días de ayuda financiera no médica para cubrir los gastos básicos de costo de vida, vivienda, transporte, servicios públicos y seguro. Al proporcionar esta asistencia financiera, Pink Fund ayuda a satisfacer las necesidades básicas, al mismo tiempo que disminuye los niveles de estrés. Estos factores ayudan a las pacientes con cáncer de mama a centrarse en la curación y a mejorar los resultados de supervivencia y la calidad de vida. Desde su fundación hasta agosto de 2023, Pink Fund ha desembolsado más de $7.5 millones en pagos de facturas directamente a los acreedores de los pacientes.

Hemos ayudado a mujeres como Brenda, madre soltera de seis hijos, que, según sus propias palabras "no podía darse el lujo de tener tiempo libre y no tenía tiempo para estar enferma de cáncer". No podía permitirse el lujo de tomarse el tiempo libre obligatorio para su tratamiento y dijo que el apoyo financiero de Pink Fund hizo posible que ella y sus hijos sobrevivieran.

Otra beneficiaria, Dannetta, tuvo que acogerse a la FMLA debido a los tratamientos y los efectos secundarios: "Fue muy duro porque no tenía ingresos. Como me estoy recuperando, todavía estoy en tratamiento y no he vuelto a trabajar". Se enfrentaba al desalojo y solo intentaba mantener la cabeza fuera del agua. Pink Fund pudo pagar tres meses de su alquiler.

El tratamiento del cáncer de mama es un viaje desafiante, pero si administra cuidadosamente sus finanzas y busca los recursos disponibles, puede aliviar parte del estrés financiero y concentrarse en su recuperación.

No dude en ponerse en contacto con asesores financieros o trabajadores sociales que puedan brindarle orientación adaptada a su situación específica.

GreenPath Financial Wellness es una organización nacional sin fines de lucro confiable que puede ayudar con asesoramiento financiero, manejo de deudas y una gran cantidad de servicios que pueden contribuir a reconstruir su salud financiera.

Si bien puede ser incómodo pedir ayuda, es mucho peor perder todo por lo que ha trabajado duro o verse en la obligación de declararse en bancarrota relacionada con la medicina y lidiar con las consecuencias financieras a largo plazo.